Nací en Barcelona, en el 75, unos meses antes de la muerte del dictador (no diré más acerca de mi cumpleaños, no sea que alguien vaya con los datos a una tarotista y...).
Según parece, nací para pintar cuadros (¿acaso un Dalí, un Picasso, o un Miró en potencia?), pero me temo que no lo sabremos en esta vida, ya que mi niñez y juventud la pasé entre dos mundos, el que me daba Barcelona, y el que me daba Andalucía en verano, y que en parte provocó que al final se quedara en agua de borrajas. Tampoco entraré más en detalles, ya que tengo intención de escribir una novela al respecto.
Después vino la época de la FP y la Universidad, en la época en que se terminaba la EGB para pasar a la Logse, y siendo uno de los pocos que pude entrar a la universidad vía FP (según parece eso se lo deberíamos al ex-presidente González, ya que con la entrada de la Logse y del ex-presidente Aznar, esa puerta la derrumbaron de un plumazo a golpe de ley derechista). De ahí quedé apto para trabajar en el sector de las telecomunicaciones, electrónica e informática. Sí, apto, que no significa que creciera demasiado como persona, por mucho que aprendiera. He de reconocer que de aquella época tengo buenos recuerdos, quizás los mejores de mi vida, y si me lo permitíis, aunque pueda parecer egoísta, esos recuerdos se quedan para mí en exclusiva.
Después tuve que buscar trabajo, y aunque algo conseguí en ese sector, tras el 11S y la caída del boom de la telemática (el boom de internet, las redes privadas, etc., que se colapsaron tras el atentado), y aunque después ese sector siguió vivo, la burbuja de esa novedad tecnológica explotó, y también me llevó consigo. Eso provocó, que junto a las medidas y leyes españolas, cambiase mi rumbo de vida (supongo que podréis llegar a sumar 1 + 1 e imaginaréis por quién).
De ahí surgió la aventura de una búsqueda vital y espiritual, sospecho que con más errores que aciertos, en un intento de encontrar las verdades religioso-espirituales, más allá del cristianismo (que parecía que se me quedaba pequeño y demasiado dogmático), donde descubrí el budismo, el hinduismo y el sentido espiritual que se esconde tras el yoga, entre otros descubrimientos que por ahora prefiero callar, ya que, aunque descubrí algunas verdades y se me abrieron algunos horizontes vitales en aquella época, también vi algunas junglas, algunos lobos con piel de cordero y algunos animalillos (no necesariamente nocivos, ni por asomo) camuflados de ovejas.
Y de todo aquel revoltillo de vivencias, descubrimientos, y vagabundeo vital, surgió, gracias a una segunda persona, el que escribiese al respecto, el cual provocó que hiciera unos cursillos de escritura en la EdE (Escuela de Escritores, http://www.escueladeescritores.com), y mejorara mi forma de escribir y de expresarme con las palabras.
Mientras estudiaba en la EdE, escribí mi primer guión de cine, y gracias a las clases, con el tiempo, algunos de aquellos ejercicios se convirtieron en mi primer libro de relatos, que titulé Saetas. También surgió un relato que publiqué gracias a ellos, y del cual estoy agradecido, tanto por la ayuda como por las clases. Estos datos los podréis encontrar en mi despacho virtual en esta casa digital.
Y ahora aquí estoy, en un intento de levantar o crear una casa virtual, espero que la última en estos lares digitales, a modo de marca personal, donde sea mi trabajo artístico y/o técnico el que hable por mí. Además de mantener la intención de seguir con la escritura, con nuevos guiones y nuevas historias, mientras invento algún que otro circuito electrónico, en un intento de sobrevivir a la crisis que, aunque nos ha marcado a muchos, sospecho que nuestra generación es una de las peor paradas, entre otros motivos que vienen de antes de la crisis, por haber sido la generación ninguneada por nuestros políticos españoles.